En las cuatros pirámides que forman este ORÁCULO hay inscripciones relacionadas con LOS CAURIS que aumenta su valor interpretativo.
Los caracoles o caurí son unos pequeños moluscos marítimos de los que se han obtenido diferentes usos; han servido de moneda no solo en países africanos también en Asía, en las islas del Pacifico en América e incluso en Europa extendidos por mercaderes venecianos. Su difícil y casi imposible falsificación le dio un papel fundamental como moneda de cambio. Su nombre posiblemente proceda de
El valor mágico no fue menos que el monetario . Los caracoles forman una herramienta
muy importante para los sacerdotes Vudú, que con ellos no sólo confeccionan
amuletos ,también inician rituales de limpieza o protección, son principalmente un
vehiculo de adivinación, forman uno de los oráculos más utilizados por ellos
para averiguar los males que contrae la persona que requiere de sus servicios, así,
como un modo de conocer el pasado, el presente y el futuro de esta persona, y
aconsejarle sobre que debe de hacer ante aquella situación y los rituales a
seguir o el amuleto a llevar. El
modo de tirar los caracoles no varía demasiado en América, como en su lugar de
origen, África. En Cuba, la santería la usan junto a los cocos como oráculo
principal. El origen de los cauris es milenario, remontándose al antiguo Egipto donde ya se
practicaba esta mancia de origen
africano-occidental.
En el Vudú como en otras religiones, el simbolismo guarda un fuerte valor significativo, al ser una religión fundamentalmente animista, cada esencia que forma la naturaleza, no solo es poseedora de tal esencia sino que trascendentalmente adquiere el ser de algún Loa determinado, dando a la cosa o ser una vida espiritual o divina. Por lo que el simbolismo representa en el Vudú, no sólo es una representación arquelipica, sino fundamentalmente un vínculo divino o una manera de acceder a la divinidad o espiritualidad, para así conseguir favores de los Loas o de los espíritus. El símbolo está dotado de vida y en la magia Vudú se capta la vida del símbolo para transformar otra vida hacía el bien o hacía el mal , ajenos al valor ético que representen.
En el Vudú como en otras religiones, el simbolismo guarda un fuerte valor significativo, al ser una religión fundamentalmente animista, cada esencia que forma la naturaleza, no solo es poseedora de tal esencia sino que trascendentalmente adquiere el ser de algún Loa determinado, dando a la cosa o ser una vida espiritual o divina. Por lo que el simbolismo representa en el Vudú, no sólo es una representación arquelipica, sino fundamentalmente un vínculo divino o una manera de acceder a la divinidad o espiritualidad, para así conseguir favores de los Loas o de los espíritus. El símbolo está dotado de vida y en la magia Vudú se capta la vida del símbolo para transformar otra vida hacía el bien o hacía el mal , ajenos al valor ético que representen.
Los caracoles
forman una herramienta muy importante para los sacerdotes Vudú, que con ellos
no sólo confeccionan amuletos o inician rituales de limpieza o protección, son
principalmente un vehiculo de adivinación, forman uno de los oráculos más
utilizados por ellos para averiguar los males que contrae la persona que
requiere de sus
y tendrá una o varias divinidades u orishas.
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